El pasado viernes 29 de agosto, Theresa May, la ministra de Interior británica anunció que el nivel de alerta por terrorismo en el Reino Unido había sido elevado a «severo» ante la evolución de los conflictos en Irak y Siria. Este nivel es el segundo más alto y denota que la posibilidad de ataque es altamente probable. A pesar de ello, la ministra agregó que los servicios de inteligencia MI5 no han detectado movimientos ni datos que sugieran que el ataque vaya a ser inminente.
De lo que el MI5 tiene constancia es de que en Irak y Siria existen grupos terroristas que están planeando ataques contra Occidente y que algunos de estos grupos están formados por combatientes que han viajado hasta estos países desde el Reino Unido. Es por ello que una de las medidas que David Cameron, primer ministro, pretende tomar es la de preparar una reforma legal para facilitar el proceso de retirada de pasaportes a sospechosos con intención de unirse a los radicales yihadistas y evitar así que puedan regresar al país.
David Cameron también ha agregado que existen sospechas de que el periodista estadounidense James Foley fuera ejecutado a manos de un yihadista británico, lo cual da más peso a sus argumentos y evidencia que el auge del extremismo puede que no esté tan lejos como parece.
A pesar de que esta noticia es bastante preocupante, me gustaría agregar como nota personal que el estado de alerta habitual del Reino Unido desde 2010 es de «substancial«, el cual denota que existe una fuerte posibilidad de ataque y que entre el 2006 y 2010 estuvo casi 4 años en nivel actual de «severo» e incluso subió a «crítico» (nivel máximo) en dos ocasiones, sin que realmente llegará a ocurrir ningún ataque grave durante todo este tiempo. Esto no implica que haya que relajarse y tomarse las cosas a la ligera, pero en principio y basándonos en experiencias anteriores, esta vez tampoco debería de ocurrir nada, o al menos eso es lo que me gustaría pensar a mi. Crucemos los dedos…
Fuente: BBC
Vaya telita. Esperemos que no pase nada!