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Parece que por fin ha llegado el verano y las altas temperaturas a Londres. Los turistas deben de estar encantados, pero para los que tenemos que ir a trabajar a diario y coger el metro en hora punta puede convertirse en un infierno.

Con mas del 60% de las líneas de metro sin aire acondicionado, y viajando de pie como sardinas, la temperatura dentro de un vagón puede alcanzar fácilmente los 36 grados centígrados durante los días más calurosos. Según nos recuerda el periódico Evening Standard, esto supera en 6 grados la temperatura máxima legal para el transporte de ganado en la Unión Europea. Ver para creer.

La línea de metro más calurosa por excelencia es la Central line en el tramo que discurre entre Notting Hill Gate y Bethnal Green, debido a que es una de las líneas más profundas y con los túneles más angostos de toda la ciudad. A esta le sigue la Bakerloo y la Piccadilly. Por contra, las mejores líneas para viajar durante las olas de calor son la Metropolitan, la Hammersmith & City y la Circle, ya que sus trenes han sido modernizados y ya todos cuentan con aire acondicionado.

La falta de preparación de esta ciudad para afrontar las altas temperaturas es notable y las medidas de regalar botellas de agua en puntos estratégicos y permitir bañarse en las fuentes es claramente insuficiente. Menos mal que según las últimas predicciones, parece que lo peor ya ha pasado y que durante las próximas semanas las temperaturas se estabilizaran alrededor de los 23 y 25 grados, lo cual es una temperatura estupenda para disfrutar de esta maravillosa ciudad.