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Tanto si estás en el Reino Unido como si estás en España, o en cualquier rincón del mundo, es más que probable que ya sepas que mañana día 18 de septiembre los escoceses celebrarán un histórico referéndum que podría cambiar el estatus político del Reino Unido y Escocia se podría convertir nuevamente en un país independiente después de 307 años.

Historia

Escocia fue un país independiente hasta el año 1707, año en el que después de muchos encuentros y desencuentros entre escoceses e ingleses, estos finalmente deciden unirse y establecer lo que conocemos hasta la fecha como el Reino Unido de Gran Bretaña. A partir de esta fecha, Escocia pasó a convertirse en una nación constituyente de este nuevo estado, el cual paradójicamente mañana podría desaparecer.

El referéndum de mañana lleva cuajándose desde 2011, fecha en la cual el Partido Nacionalista Escocés (SNP) dirigido por Alex Salmond ganó las elecciones al parlamento escocés con mayoría absoluta. En su programa electoral, Salmond prometió el referéndum en 2014 y la victoria le llevó a negociar con el Reino Unido la celebración de esta consulta. Finalmente, en octubre de 2012, David Cameron (primer ministro del Reino Unido) y su ejecutivo, dieron luz verde a dicha consulta y establecieron las condiciones para llevarla a cabo: «La consulta constará solo de una pregunta y solo podrán votar los residentes en escocia.»

La pregunta

La pregunta será muy sencilla y directa: ¿Debería ser Escocia un país independiente? y para que la respuesta tampoco de margen a la ambigüedad, solo habrá dos posibles respuestas: SI y NO. En su día, también se habló sobre la posibilidad de incluir una segunda pregunta en la que Escocia se mantuviera en el Reino Unido pero asumiendo más competencias, a la cual David Cameron se negó y prefirió apostar por el todo o nada. En esos momentos la independencia no parecía tener demasiado respaldo popular por lo que muchos alabaron la posición del primer ministro ya que quedó como un gran líder democrático al permitir la consulta. Sin embargo, ahora mismo y debido a la igualdad en todos los sondeos, la decisión de Cameron puede traer consecuencias nefastas para el Reino Unido.

¿Quién vota?

Con respecto a quién puede votar, podrá hacerlo cualquier ciudadano de nacionalidad británica, irlandesa o de cualquier país de la Unión Europea o de los países de la Commonwealth, mayor de 16 años con residencia en Escocia. Esto significa que los escoceses que residan fuera de escocia no tendrán derecho al voto.

Consecuencias

Las consecuencias a largo plazo una posible disgregación no son claras, pero a corto plazo al Reino Unido no le interesa perder Escocia ya que este es el segundo mayor productor de petroleo de Europa. A su vez la separación también debilitaría la libra esterlina, la cual ya está cayendo debido la paridad en los últimos sondeos. Por otro lado, si gana el si, Escocia dejaría de pertenecer a la Unión Europea y, según el banco de Inglaterra, a este nuevo país no se le permitiría utilizar la libra esterlina como su moneda principal, lo cual a simple vista, parece nefasto. Esto está haciendo que muchas de las grandes fortunas, empresas y pequeños ahorradores residentes actualmente en Escocia estén trasladando todo su dinero a bancos del Reino Unido ya que el futuro de Escocia podría ser muy incierto. A pesar de ello, los independentistas están convencidos de que saldrán a flote y harán de Escocia una gran nación.

Resultado

El resultado de la votación se dará a conocer el viernes 19 a primera hora de la mañana y en el caso de que gane el sí, según está acordado, Escocia pasaría a ser un país independiente en marzo de 2016, después de realizar todas las gestiones pertinentes (que no van a ser pocas). En el caso de que gane el no, Escocia permanecería como país constituyente del Reino Unido.

Los sondeos están muy igualados. En el realizado ayer por la BBC, el NO obtendría un 48%, mientras que el SI un 44%, pero hay un 8% de los encuestados que no saben o no contestan, los cuales pueden hacer decantar la votación de un lado o de otro.

Nueva bandera

Finalmente, y como curiosidad, el Flag Institute, institución que regula los diseños de las banderas en el Reino Unido, ya está estudiando el posible rediseño de la famosa bandera «Union Jack» británica. Esta bandera nace de la superposición de la bandera inglesa, escocesa y norirlandesa, por lo que en el caso de que Escocia se independice, el fondo azul de la «Union Jack» tendrá que desaparecer. Como propuesta, se esta barajando sustituir el fondo azul por el verde, para incluir de esta forma la bandera de Gales, ya que este estado actualmente no tiene representación en la Union Jack.